Fue muy duro, incluso en el primer debate ya creíamos que no pasábamos, pero poco a poco fuimos escalando posiciones hasta encontrarnos en semifinales

El tema que debíamos preparar era: “¿La principal fuente de valores es la familia o el colegio?”, siendo la familia la postura a favor y el colegio la postura en contra.

Os explico un poco cómo es la estructura del debate (todo contándolo por un tiempo por equipo): un periodo de cuatro minutos de exposición inicial, una primera refutación de cinco minutos, una segunda refutación (de cuatro tiempos de1,15 minutos ) y una conclusión. 

Del colegio íbamos dos equipos: uno de bachillerato y otro de 4ºESO.

Después de muchos días quedándonos tardes, recreos y empleando muchas horas de nuestro tiempo libre, llegó el momento de participar en el torneo real y demostrar lo que habíamos trabajado. 

      Nuestra primera fase, o la fase de eliminatoria, fue el día 16 de abril (había tres días de eliminatorias ya que participaban 72 colegios). En dicha fase nos enfrentamos a dos colegios.

El primero de ellos fue, aunque muy nerviosas, algo fácil. El segundo fue muy difícil, tanto que cuando terminamos el debate no sabíamos quien había ganado.

Después de los debates colgaban los resultados en una pizarra digital, cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que no solo habíamos ganado los dos debates, sino que íbamos en primera posición de nuestra fase. Lamentablemente el otro equipo de Salesianos, no pudo clasificarse.

      Después de esta primera fase de eliminaciones, íbamos más concienciadas que nunca. Sabíamos que ahora  solo pasaban los mejores y que teníamos que pulir muchas cosas para intentar ganar. Esto nos llevó más horas y más tiempo, pero al final dio sus frutos.

El día 23 era “la final”, en un mismo día se realizaban los octavos de final, los cuartos de final, las semifinales y la final, una locura. 

Fue muy duro, incluso en el primer debate ya creíamos que no pasábamos, pero poco a poco fuimos escalando posiciones hasta encontrarnos en semifinales.

Nervios,  demasiada seguridad, quién sabe, pero  cuando estábamos a un paso de llegar a la final, perdimos. En semifinales, contra el colegio Retamar, no conseguimos pasar de fase.

La decepción se hacía muy presente,  al principio no nos sentíamos conformes con el puesto donde nos habíamos quedado (puede que ahora tampoco).  Pero luego, con mucho ánimo por parte de nuestros padres, profesores, y el dinero que íbamos a ganar, todo hay que decirlo, conseguimos que ese cuarto puesto no pareciese tan malo.

      ¿Volvería a repetir? Por supuesto, no hay nada comparable como intentar demostrar o ganar a tu contrincante simplemente con la fuerza de las palabras y los argumentos. Además, la sensación cuando ves que tu equipo va pasando de ronda, es un orgullo que en pocas cosas más se puede experimentar.